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Media > News > Una década de Transpyr Coast to Coast, una de las mejores aventuras del mundo en BTT

Con la gloriosa llegada de los ciclistas al puerto deportivo de Hondarribia (Guipúzcoa) se completaba la décima edición de Transpyr Coast to Coast. Una década cumpliendo la misión de unir dos mares, el Mediterráneo y el Cantábrico, atravesando el Pirineo por su vertiente sur. Y lo reafirman cada año los ciclistas que llegan de rincones de todo el planeta para afrontar la que se considera una de las mejores pruebas de MTB por etapas del mundo: Transpyr Coast to Coast no es una carrera por etapas como las demás, es más que una aventura y va mucho más allá de un reto.
Los casi 400 deportistas que la han disputado este año, han disfrutado como nunca de un recorrido muy seleccionado, con combinación de tramos técnicos, con descensos vertiginosos, subidas exigentes, pistas rodadoras y un paisaje excepcional. Empezando por el exuberante Pirineo de Girona, para seguir con el cambiante paisaje del Pirineo aragonés, el navarro y hasta llegar al País Vasco, un recorrido de extraordinaria belleza que asombra a todos quienes han afrontado esta misión única en el mundo.

Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Argentina, Estados Unidos, Brasil, Colombia, México, Chile, Sudáfrica… y prácticamente todos los países de Europa. La representación internacional se ha puesto de nuevo de manifiesto en una edición tan especial de esta carrera que terminaba después de siete días de la salida en la Costa Brava desde el puerto de Roses. Una auténtica hazaña, conseguir el reto de unir dos mares en siete etapas, con casi 800 km y más de 20.000 metros de desnivel positivo. Este año lo han conseguido el 85% de los cerca de 400 que salieron de Roses.

Tanto los que lo han hecho en bicicleta de montaña en Transpyr Gran Raid MTB by Tressis a La Par, como por carretera en Transpyr Backroads, han tenido que esforzarse al máximo, gestionando su esfuerzo y capacidad de soportar el cansancio, para alcanzar el reto de superar esta prueba de resistencia. La ceremonia final coronó a los finishers como auténticos graduados en Mountain Bike y en ciclismo de carretera, en la décima edición de la prueba que ha contado con un 52% de ciclistas extranjeros.

Un objetivo común que une a los participantes

El desafío era muy claro: cruzar el Pirineo de costa a costa en siete etapas. Antes de tomar la salida en Roses (Girona) los participantes cumplieron con una de las tradiciones de la Transpyr Coast to Coast: llenar una botellita de agua del mar Mediterráneo para llevarla encima durante toda la prueba y mezclar finalmente el contenido con agua del mar Cantábrico, una semana después. Se simboliza así la unión de los dos mares, objetivo por el cual han entrenado tan duro y durante varios meses.

Después de la primera etapa con destino en Camprodon se afrontaba la transición hacia La Seu d’Urgell, con los duros ascensos a la Collada Verde y la Collada de Toses, que pusieron a prueba a algunos ciclistas que ya habían sufrido las primeras dificultades en la etapa inaugural.
La tercera etapa, entre La Seu d’Urgell y El Pont de Suert, estuvo marcada por la lluvia y un intenso frío, que condicionaron la jornada y puso al límite a los ciclistas y a su capacidad de resistencia. Los que supieron resistir agradecieron que, desde este momento y hasta el final de la carrera, las condiciones climatológicas fuesen mucho más favorables.

 

Tiempo para sufrir y momentos de diversión con la bici

Desde El Pont de Suert, el paso del Pirineo catalán, primero al aragonés con las llegadas a Aínsa y Jaca, y luego al navarro con Auritz-Burguete, no deja indiferente absolutamente a nadie. Los participantes han destacado la dificultad de algunas de las trialeras por las que han tenido que bajar, a la vez que han tenido otros tramos que permiten disfrutar al máximo de la velocidad.

 

Transición del paisaje que fascina a los ciclistas

Las etapas se van aconteciendo y los ciclistas que llegan a Auritz-Burguete con entereza ya ven más cerca el objetivo de ser finishers. Aunque no se puede cantar victoria antes de tiempo. Los diez años de Transpyr Coast to Coast han demostrado que ninguna etapa es de regalo y nadie puede relajarse hasta cruzar la línea de meta de Hondarribia. Hasta la fecha, ya son varios centenares los ciclistas que han cumplido su misión y llevan con orgullo el distintivo de Finisher en sus maillots.

Y ahora sí. Con la llegada a Hondarribia termina una apasionante edición para enmarcar, de una de las pruebas por etapas más duras del mundo, y que hace que todos los que logran acabarla graben a fuego esta sentencia: ¡Nada vuelve a ser lo mismo después de Transpyr Coast to Coast!

27/04/2020
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